PIRULO Y EL VIAJERO
(Se ve la calle de una ciudad. Entra el viajero y al poco rato Pirulo.)
VIAJERO: (Con voz amable). Por favor, nene. Para ir a la estación, ¿qué debo coger?
PIRULO: No debe coger nada. Si coge algo, en lugar de ir a la estación irá a la cárcel.
VIAJERO: (Algo extrañado). Quiero decir, en qué tranvía he de subir.
PIRULO: En el que va a la estación.
VIAJERO: Escucha, peque... que para ir a la estación he de tomar un tranvía ya lo sabía muy bien. Lo que quiero saber es dónde he de tomar el tranvía.
PIRULO: (Despreciativo) ¡Qué pregunta! En la parada. A menos que lo sepa tomar en marcha.
VIAJERO: Pero, ¿por dónde pasa?
PIRULO: ¡Por la vía! ¡Si lo saben todos! ¿Por dónde quiere que pase? ¿Por la cera?
VIAJERO: (Poniéndose algo nervioso) Mira, si tú tuvieras que ir a la estación par irte de viaje, ¿qué harías?
PIRULO: Iría a despedirme de papá y de mamá.
VIAJERO: Y, ¿después?
PIRULO: También de la tía Rosamunda, que me da cinco duros siempre que voy a verla, y después...
VIAJERO: (Fuera de sí) ¡Mamma mía!
PIRULO: No, a ver a su mamá no iría, porque no la conozco.
VIAJERO: Pero, ¿no has estado nunca en la estación?
PIRULO: Sí, muchas veces.
VIAJERO: ¿Y fuiste en tranvía?
PIRULO: ¡Pues claro!
VIAJERO: (Con cara de alivio) ¡Finalmente! Y ¿Qué había escrito en el tranvía?
PIRULO: “Prohibido hablar con el conductor”
VIAJERO: ¡Fuera! ¡Quero decir fuera! Cuando subiste, ¿no te fijaste qué tranvía era?
PIRULO: Sí, señor. Era un tanvía de la fábrica de jabones Guarro. Llevaba un letrero enorme.
VIAJERO: ¡La placa! ¿Qué decía la placa de delante?
PIRULO: Las placas nunca dicen nada.
VIAJERO: (Mirando el reloj) Por tu culpa voy a perder el tren.
PIRULO: ¿pero usted quiere subir al tranvía o al tren?
VIAJERO: (Mordiéndose los dedos) ¡¡¡ Aaaahhh!!!! (Sale de escena, seguido de Pirulo) (TELÓN)
viernes, 2 de mayo de 2008
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